5 tipos de Hachís que todo fumador debe probar

1. Skuff  holandés
Lo llaman el 'método holandés', y con él, se consiguen auténticas bombas psicoactivas en forma de cristales de THC prensados y compactos hasta convertirse en costo.
Contiene unas cantidades monstruosas de este compuesto, y eso se deja nota en el sabor y en el efecto: tiene un gusto amargo y un cuerpo poco denso al fumarlo, pero sus efectos cerebrales son una bomba.

2. Bolas de templo nepalíes

Si consigues bolas de templo nepalíes, prepárate para viajar. Así, se llaman las posturas de hachís redondas y de la mejor calidad que se preparan en Nepal.  Su alto contenido en THC, de un 12% a un 20%, aproximadamente, y la naturaleza psicoactiva de las propias Sativas con las que se elabora, convierten a estas 'bolas' en un hachís solo para los más experimentados.

3. Royal Afganí

Se elabora con un método de extracción de la resina en seco, casi igual que en Marruecos, solo que se recortan los cogollos antes de tamizarlos.

El Royal afghani se hace con la primera o primeras pasadas por los tamices y, antes de convertirlo en hachís, se pone a secar en pieles de cabra y a veces ¡hasta tiene siete años de curado!. Su efecto es potente, muy potente, pero se presenta sutilmente y provoca un efecto de lucidez que amplifica la consciencia y deja un relajado efecto físico

4. Gardaa de las montañas de Tirah Maidan

Es el mejor hachís de Pakistan. 

Su potencia es fuerte, tirando a muy fuerte. Contiene, aproximadamente, de un 12% a un 16% de THC. Y, eso se deja traslucir en su narcótico y sedante efecto: una sensación de petrificación que arranca con cada calada que le das a este hachís picante e intenso, y que va aumentando hasta hacerte sentir que tus extremidades están ancladas al suelo.

5. El extravagante polen de Cachemira 
 Es de los poquísimos pólenes del mundo que se elaboran a partir de Sativas. Se elabora en la región de Cachemira, que se encuentra al norte de India . El hachís de la zona aúna los métodos de extracción en seco tradicionalmente árabes con genéticas del tipo Sativa – .¿El resultado? Un polen negruzco, de sabores afrutados que entra suavemente por la garganta y deja una sensación de euforia sostenida en el cuerpo y despierta el potencial creativo de la mente.